Los profesionales médicos tienen el deber de cuidar a los pacientes y, en consecuencia, requieren evidencia clínica independiente para justificar la desviación de las normas aceptadas. A lo largo del siglo XX, la industria farmacéutica hizo muchos avances con el resultado de que muchos pacientes desarrollaron una dependencia de los analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios hasta el punto en que las superbacterias comenzaron a desarrollar inmunidad.
Además, los efectos secundarios del uso a largo plazo de los analgésicos no han sido reconocidos por el público en general hasta hace relativamente poco.
Históricamente, la inmersión en agua fría, especialmente el agua salada fría, fue vista como una forma efectiva de combatir el dolor, la inflamación y la infección, pero perdió sus defensores con el aumento de los descubrimientos farmacéuticos modernos.
Investigación de terapia de agua fría y reportes de casos
Hoy en día existe una creciente evidencia que respalda el uso tradicional del agua salada fría para una variedad de condiciones.
En 2004, Clare J Proudfoot y otros de la Universidad de Edimburgo demostraron que la aplicación de frío en la piel desencadenaba canales potenciales de receptores transitorios (PRT) que bloqueaban las señales de dolor que se enviaban al cerebro. El aspecto interesante fue que el dolor generalmente se bloqueaba a pesar de que el frío solo se aplicaba a una extremidad.
Y en febrero de 2018, el Dr. Tom Mole, de la Universidad de Cambridge, publicó un informe de caso en el British Medical Journal (BMJ) que informa la resolución completa del dolor posquirúrgico después de nadar en aguas abiertas a baja temperatura después de varios meses de tratamiento convencional, demostrando ser totalmente ineficaz.
Incluso más recientemente, otro informe de caso publicado en el BMJ en julio de 2018 por Christoffer van Tulleken del University College de Londres mostró cómo la natación en agua fría fue efectiva para aliviar la depresión postnatal crónica después de siete años de tratamiento convencional que no resolvió el problema. Link…
¿Qué lesiones* podrían beneficiarse de la terapia de frío?
Con la comunidad médica realizando más investigaciones sobre los beneficios de la terapia de agua fría y los efectos que tiene sobre los pacientes y su recuperación, cada vez es más evidente que hay varias áreas en las que la terapia de agua fría podría ser más beneficiosa que las intervenciones farmacéuticas convencionales.
- Recuperación de una cirugía en la rodilla, tobillo y codo.
- Control de la inflamación en lesiones de tendones y ligamentos.
- Manejo del dolor para el dolor agudo y crónico, artritis reumatoide, dolor lumbar, ciática, enfermedad de huesos quebradizos, dolor inespecífico, etc.
Un punto de interés adicional es la falta de efectos secundarios y la naturaleza económica de la terapia de agua fría.
Cómo la terapia de agua fría ayuda con la recuperación en pacientes
Los profesionales médicos están descubriendo que la terapia de agua fría después de la cirugía ACL o MCL tiene varios beneficios terapéuticos, como la reducción del dolor porque la actividad nerviosa se ralentiza, ya que los vasos sanguíneos se comprimen y reducen el flujo sanguíneo al área, reduciendo la hinchazón de la lesión, lo que conduce a una curación más rápida. la actividad celular se ralentiza.
La terapia de agua fría disminuirá la temperatura del tejido que estimula los receptores cutáneos, reduce la hinchazón y la inflamación, limitando el grado de lesión para su paciente, sin el uso de antiinflamatorios no esteroideos, lo que puede ralentizar el proceso de curación natural del cuerpo.